EL LEGADO DE LAS DINASTÍAS QIN Y HAN |
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En el siglo VIII a.C., en el territorio de la actual China había un mosaico de más de cien estados y señoríos feudales divididos, gobernados por familias que competían por prestigio, poder y tierras. Eran tiempos de fragmentación y tensiones, pero también de diversidad cultural, opulencia y desarrollos artísticos y técnicos que se lucían en grandes banquetes rituales. A partir del siglo V a.C., el clima de confrontación deriva en un período de guerra y violencia sangrante donde los reinos combaten por el poder. En este entorno crece el joven Zhao Zheng, que se convertirá en el rey Qin en 246 a.C. |
En 221 a.C. completa una hazaña inédita, cuando derrota a los reinos enemigos y se proclama Gran Primer Augusto Emperador de China con el nombre de Qin Shi Huang. Su victoriosa dinastía, Qin, permanecerá para siempre grabada en el nombre de China.
En 210 a.C. muere Qin Shi Huang que, por deseo de gobernar eternamente, había dejado preparado cerca de Xi′an un palacio en el centro de un imperio subterráneo en el que viviría para siempre. Allí sigue, ahora, protegido por el ejército de terracota. Nunca antes se había construido una tumba tan colosal. En China, las tumbas se convierten en verdaderas viviendas, equipadas con sus sirvientes, posesiones, víveres y bebida. Sin embargo, por influencia de las enseñanzas de Confucio (551-479 a.C.), cada vez se hace más habitual sustituir objetos reales por representaciones en cerámica.
La Dinastía Han comienza a gobernar su imperio en China cuando la República de Roma es todavía un estado pequeño que lucha contra Cartago. A mediados del siglo I a.C., Julio César, obsesionado por emular a Alejandro Magno, inicia el camino al poder unipersonal y al dominio del mundo. Roma atacará al imperio Parto (Persia), que masacra sus legiones en Carrhae. Augusto, después de conquistar Egipto y fijar la frontera con Partia, busca una vía nueva, potenciando el comercio con la India desde el Mar Toig. La nueva Roma imperial manifiesta su esplendor con lujo oriental.
Los imperios de China Han y Roma gobernaron a más de la mitad de la población del mundo. Controlaron territorios vastos mediante administraciones expertas, ejércitos poderosos, una lengua en común y buenas vías de comunicación. Distancias enormes, territorios inhóspitos y el Imperio Parto los separaron. Nunca se encontraron, pero, quizás, nunca lo necesitaron.
Campana zhong del Duqe Wu de Qin, Bronce. Período de Primavera y Otoño (770-475 a.C.) Museo de Bronce be Baoji. |
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Jarrón con forma de capullo. Cerámica pintada. Período de Primavera y Otoño (770-475 a.C.) Academia de Arqueología de Shaanxi. |
En el período conocido como "Primavera y Otoño" (770-475 a.C.), el poder de la tradicional dinastía Zhou se diluye. Nobles de distintos linajes establecen sus alianzas al margen del poder establecido. Apoyados por sus familias y vasallos, los nobles organizan sus propias cortes y sus tierras. La guerra, como la vida en general, está gobernada por estrictos rituales y normas de protocolo. Las batallas son breves y los sobornos frecuentes. Los filósofos ofrecen consejos a cambio de prestigio y poder. El remoto estado de Qin, hogar de los ancestros del que será el primer emperador de China, comienza su expansión.
Recipiente hu para vino. Bronce con elementos dorados. Período de los Reinos Combatientes (475-221 a.C.) Museo de Historia de Shaanxi. |
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Monedas de diferentes estados. Bronce. Período de los Reinos Combatientes (475-221 a.C.) Museo del Mausoleo del Emperador Qin Shi Huang. |
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Ganso. Bronce. Dinastía Qin (221-206 a.C.) Academia de Arqueología de Shaanxi. |
Tras la muerte del primer emperador en 210 a.C., la lucha por el trono desemboca en una larga guerra civil que culmina con la victoria de Liu Bang y la instauración de la dinastía Han (206 a.C.-220 d.C.) Este período de más de 400 años supone una época dorada para China. Apoyados en las reformas iniciadas durante la dinastía Qin, los emperadores Han expanden el territorio, establecen relaciones diplomáticas y estimulan avances en medicina, ciencia, tecnología, astronomía y literatura. Con 60 millones de súbditos en 1,5 millones de kilómetros cuadrados, China se convertiría en el imperio más avanzado de su tiempo.
Acróbatas. Cerámica. Dinastía Han Occidental (206 a.C.-9 d.C.) Academia de Arqueología de Shaanxi. |
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Campana zhong. Bronce. Dinastía Han Occidental (206 a.C.-9 d.C.) Academia de Arqueología de Shaanxi. |
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Modelos de campanas blanzhong. Cerámica. Dinastía Han Occidental (206 a.C.-9 d.C.). Museo del Mausoleo de Yangling. |
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Placa decorativa mostrando una escena de caza entre animales. Bronce. Dinastía Han Occidental (206 a.C.-9 d.C.) Museo de Historia de Shaanxi. |
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En China, la vida continúa después de la muerte igual que en este mundo. En 221 a.C., apenas una década después de su proclamación como primer emperador, Qin Shi Huang murió. Consciente de su llamada a gobernar eternamente, el emperador había dejado preparado cerca de Xi′an un palacio en el centro de un imperio subterráneo en el que viviría para siempre. Allí sigue hoy, protegido por un ejército de terracota. Nunca se había construido una tumba tan colosal. En la muerte, como en la vida, el primer emperador sería único. |
El carro del emperador |
Un ejército de 8.000 guerreros, 500 caballos 130 carros de combate protege el mundo subterráneo de Qin Shi Huang en Xi′an. Armados, vestidos y peinados según su rango, y colocados en formación de batalla, los soldados miran hacia Oriente, tal vez a la espera de enemigos vengadores. Gracias al trabajo de arqueólogos, conservadores y científicos, cada vez sabemos más acerca de los guerreros, pero también sobre los conocimientos técnicos y artísticos y la organización logística de los miles de prisioneros y trabajadores forzados que dedicaron ideas, recursos y esfuerzos a fabricar un ejército perenne. |
Gracias a los análisis científicos, hoy sabemos cómo se fabricaron los miles de guerreros de cerámica que protegen las tumba del primer emperador, y su aspecto original. Los obreros mezclaban la arcilla local con arena, que le daba mayor plasticidad, además de abrir poros que permitiesen la evaporación del agua. Cada guerrero fue modelado individualmente de abajo a arriba, utilizando rollos de arcilla para la estructura y después añadiendo detalles en la superficie, posiblemente con la ayuda de molde de cerámica y herramientas de bambú. La cabeza se fabricaba por separado y se remataba individualmente. Una vez secas, las figuras se cocían en enormes hornos a unos 700°C. En el interior de los fragmentos de guerreros pueden observarse todavía las impresiones de manos y dedos de los artesanos que les dieron forma. |
Antes del primer emperador, en China apenas existían esculturas realistas de seres humanos. Algunos especialistas sugieren que la inspiración para este nuevo tipo de arte llegó a través de contactos con el mundo helenístico, donde había una mayor tradición de esculturas humanas en piedra y bronce. Aunque es probable que existiesen contactos externos, las figuras de terracota chinas también demuestran desarrollos indígenas: su manufactura en arcilla, su estilo y su simbolismo se apoyan en técnicas y tradiciones con arraigo en Asia. |
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Soldado. Cerámica. Dinastía Qin (221-206 a.C.) Museo del Mausoleo del Emperador Qin Shi Huang. |
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Asistente sentado. Cerámica. Dinastía Qin (221-206 a.C.) Museo del Mausoleo del Emperador Qin Shi Huang. |
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Armadura. Piedra calcárea y alambres de cobre. Dinastía Qin (221-206 a.C.) Museo del Mausoleo del Emperador Qin Shu Huang. |
El Mauseleo de Yangling es la tumba de un emperador de la dinastía Han, que reina unos 20 años después del "Primer Emperador". En esa tumba hay miles de figuras pequeñas de soldados, sirvientes, músicos y bailarines. También hay muchos modelos de terracota de animales, armas y carros. Es un ejemplo de la influencia posterior del mausoleo del "Primer Emperador".
El Mausoleo de Yangling, cerca de Xi′an, demuestra la influencia del primer emperador en la manera de entender la muerte. A pesar de pertenecer a la dinastía rival de los Han, el emperador Jing (188-141 a.C.) y la emperatriz Wang, imitaron al emperador Qin y se hicieron enterrar con un ejército de miles de soldados, eunucos, sirvientes, músicos y acróbatas de cerámica, además de cientos de animales y modelos de armas, carros, herramientas y adornos personales. Descubierto por casualidad durante la construcción de una autopista, este yacimiento demuestra la continuidad del legado Qin y Han, que perduraría durante siglos.
Grupo de guerreros. Cerámica. Dinastía Han Occidental (206 a.C.-9 d.C.) Museo del Mausolelo de Yangling. |
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Cerda embarazada. Cerámica. Dinastía Han Occidental (206 a.C.-9 d.C.) Museo del Mausoleo de Yangling. |
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Vaca. Cerámica. Dinastía Han Occidental (206 a.C.-9 d.C.) Museo del Mausoleo de Yangling. |