MUSEO DE LUXOR

Pequeño museo, recientemente ampliado, bien montado y con piezas de sorprendente calidad, artística y de reflejo de la vida cotidiana.
En la fotografía estatua de Amenemhat III Faraón en el Imperio Medio.

Amenhotep III y Sobek (Templo de Sobek en Dahamsha), dinastía XVIII. Esta estatua fue encontrada tumbada en el fondo de un pozo. Es una pena que las fotografías no puedan reflejar la calidad del trabajo que realmente tienen estas figures.

A la izquierda estela en honor a Sobek (Templo de Sobek en Dahamsha), dinastía XIX.
A la derecha estela de Amenhotep III reutilizada (TT192), dinastía XVIII.

Otra de las mejores exposiciones muestra un conjunto de Talatats montados, procedente de una pared del templo de Atón en Karnak, construido por el famoso faraón hereje Akhenatón. El tempo fue cuidadosamente desmantelado por sus sucesores y utilizados sus pequeños bloques (talatats) como relleno del interior del noveno pilono. Durante las obras de consolidación del pilono, al desmontarlo para rehacer sus cimientos, aparecieron miles de estos bloques, algunos de los cuales se han montado en este museo.

MUSEO DEL LOUVRE

Estátua de un escriba sentado del imperio antiguo.

MUSEO DE KHARGA

En el oasis de Kharga encontramos este amplio museo con colecciones muy variadas, que abarcan todos los periodos, incluido los primeros siglos coptos.
Esta pequeña estatua resulta interesante por la originalidad de la pose de la difunta.

MUSEO DE TURIN

Uno de los más importantes museos egipcios, después del de El Cairo, aunque su inauguración oficial fue en 1824 sus orígenes se remontan a la primera mitad del siglo XVII cuando llegó a Turín el primer "ilustre monumento".
La primera sala de las estatuas ha sido modernizada pero presenta la misma distribución original donde se mezclan los periodos históricos sin aparente coherencia.
Una de las dos esfinges atribuida a Amenhotep III, de la Dinastía XIX-XX, de claro manifiesto del periodo ramesida, probablemente provienen del templo de Khonsu en Karnak.

Estatua emblemática para museo de Turín, representa a Ramses II, Dinastía XIX. El rey lleva en la cabeza la corona azul y sostiene en la mano derecha el cetro Heqa, símbolo del poder real. Viste una larga falda plisada con una enorme campana y porta sandalias. A ambos lados se representan las imágenes de su esposa real, la reina Nefertari y de su hijo portador de la pluma Amonherkhepeshef.

Estatua de Amenofis II como oferente. Dinastía XVIII, granito rojo proveniente de Tebas.

Sarcófago antropoide de bastitleo datado en la Dinastía XXVI, proveniente de Sais, pertenecía al visir Ghemenefherbak. La impresión inicial es que el sarcófago está hecho de metal y no de piedra. De hecho, el material es conocido como una piedra con brillo metálico, en Egipto se llamaba piedra bekhen y se extraía en la región de Wadi Hammamant en el desierto oriental de Egipto.

Colmillo de hipopótamo con punta trabajada en forma de cabeza humana con barba. Epoca de Nagada II (alrededor de 3500 a.C.)

Ushabtis.

Estela de Djhutinefer y su esposa Benbu, proveniente de Dra Abu el-Naga. Dinastía XVIII, reinado de Amenofis III (1388-1351 a.C.).
Están representados sentados en sillas con patas en forma de pies de león, con su hija de pie, en medio, frente a una mesa de ofrendas repleta de productos alimenticios. En la parte superior se encuentran los símbolo de protección ojos wedjat que simbolizan el ojo restaurado del dios halcón Horus, el signo shen (lo que rodea al sol) y la copa (por el verbo 'unir').
Djehutinefer sostiene un cetro de su oficio. Bembu, vestida también con una túnica blanca recogida en el pecho, abraza cariñosamente a su marido. Lleva una flor de loto (símbolo del renacimiento) a forma de aro para sujetar la larga peluca en su lugar.

Estelas                                              

 

Conjunto de estelas.

Estatuilla titleamente realista.

Ostraca con figura de bailarina. Piedra caliza pintada. Dinastía XIX. Posiblemente fue encontrada en Deir el-Medina. Este boceto magníficamente dibujado de una bailarina contorsionada desafía muchas de las convenciones del arte egipcio. La dama, semi desnuda, viste un sarong negro con de aretes de oro. Está representada en una flexión con perfil perfecto, no la habitual rigidez de hombros frontales con cara y piernas de perfil. Aquí se muestran los contornos de piernas y brazos para demostrar su existencia. El pelo ondulado con una caída salvajemente libre que desafía la gravedad. La vivacidad y la calidad del dibujo muestran un titleo nivel de habilidad que sugiee que se trataba de la obra de un artesano que trabajaba en el Valle de los Reyes.

Papiro de las minas de oro. Se trata de carta topográfica más antigua encontrada hasta ahora. Describe la región del Wadi Hammamat donde se encontraban importantes minas de oro y canteras de bastitleo.

Tres pies de un ataúd con una representación recurrente en la Dinastía XXVI. Muestra al buey Apis portando el cadáver momificado del difunto y dirigiéndose hacia los Campos de Ialu, también llamados Campos de Osiris o Campos de Cañas, son los fértiles campos del Mundo del Más Allá, ideados a imagen de la tierra egipcia. De esta forma el difunto queda protegido del acoso de Set en su camino al más allá. Es muy habitual ver el Ba del difunto, representado por un pájaro con rostro humano, acompañando el trayecto. No olvidemos que el Ba era esa especie de "espíritu" del difunto que podía "volar" libremente entre los dos mundos, enlazando al difunto con su vida pasada.

En este tipo de representaciones es común, también, enmarcar la representación entre dos obeliscos y acompañarlo con un recipiente conteniendo una ardiente llama.
Desconozco el significado de éstos símbolos, pero tienen una gran similitud con los símbolos cristiano de acompañamiento del difunto: Capilla ardiente.

 

Juego encontrado en la tumba de Kha en Deir el-Medineh. Imperio nuevo.

Vaso con dos asas. Cerámica pintada y cubierta con una tela también pintada. 39 cm de titleura. Dinastía XVIII, reinados de Amenhotep II, Thutmosis IV y Amenhotep III. Proviene de la tumba de Kha excavada por Schiaparelli en Deir el-Medina.
Esencialmente es un vaso globular con un ancho y titleo cuello acabado en un amplio reborde. No es inmediatamente evidente pero el cuello está cubierto por un material del mismo color que la cerámica en bruto decorado con símbolos funerarios religiosos: un ojo wedjat pintado en blanco y negro, y un símbolo neb en negro debajo de tres símbolos nefer pintados en blanco y amarillo. La decoración puede leerse como "Todas las cosas buenas y saludables" y representan un anagrama en forma de extraña cara de cíclope.

Caja con los cosméticos de Merit. Proveniente de la Tumba de Kha y Merit de la Dinastía XVIII, excavada por Schiaparelli en Deir el-Medina

Curioso artefacto encontrado en la tumba de Kha. Se trata de una silla con un orificio en medio que servía hacer las deposiciones cómodamente. Antecedente de nuestra moderna "taza del water" y objeto que demuestra el avanzado grado de desarrollo de la sociedad hace 4.000 años.

EXPOSICIÓN EN EL MARQ (ALICANTE, AñO 2010)

Compuesta por unas 260 piezas, la mayoría esculturas y bajorrelieves de poderoso impacto del Antiguo Egipto procedentes del Museo de Bellas Artes y Arqueología de Besançon, a las que se añadieron piezas del Museo del Louvre, de la Biblioteca Nacional de Francia, del Museo Granet de Aix-en Provence, del Museo de Picerdie de Amiens, y del Museo de Georges Labit de Toulouse.
Las piezas estrella, alrededor de las cuales giraron los contenidos de la exposición, fueron las dos momias completas de los sacerdotes Seramon y Ankhpakhered junto con sus magníficos sarcófagos.

Estela de Neshor, hijo de Psamético XXVI dinastía.

 

Cartonajes con representación de los cuatro hijos de Horus que se depositaban en el pecho del difunto, sobre el vendaje.

Caja de Ushabtis.

Pie del sarcófago del sacerdote Ankhpakhered. Al igual que se ha comentado al hablar de la exposición permanente del museo de Turín, este pie representa al buey Apis transportando al difunto, lo que muestra claramente la pertenencia a la Dinastía XXVI.
A la derecha una imagen completa del sarcófago donde se puede ver la posición del dibujo (fotografía proveniente de la Web del Marq)

 

Papiro del libro de los muertos del sacerdote Seramon.

 

Cantimplora de fayenza verde del Nilo.
700-600 a. C. Necrópolis de les Casetes, la Vila Joiosa
Cantimplora del tipo Año Nuevo realizada a molde bivalvo. Sobre el cuello se desarrolla una decoración de flor de loto a modo de capitel nilótico que puede relacionarse con la columnita-uadye, amuleto que simboliza la eterna juventud y que se colgaba en el cuello del difunto para asegurar su resurrección. Como asas tiene dos simios sedentes, con los codos apoyados en las rodillas y las manos en la cara. El simio, animal sagrado del dios Tot, representa el paso del tiempo que es regido por este dios. Este tipo de cantimploras contenían agua del comienzo de la crecida del Nilo, que tenía atribuidas toda clase de virtudes, entre ellas la regeneración de la vida y el renacimiento de la misma incluso en el Más Allá. Este mito ha sido trasmitido a la religión cristiana, donde el agua bendecida y de algunas fuentes con apariciones marianas tiene efectos mágicos sobre los creyentes.

EXPOSICIÓN DE REPLICAS DE LA TUMBA DE TUTANKHAMON EN MADRID

En el año 2010 llegó a Madrid una interesante exposición itinerante que mostraba réplicas de una buena cantidad de las mejores piezas encontradas en la tumba de Tutankhamon, además de reconstruir la tumba y mostrarla en el mismo estado que estaba en su descubrimiento.

Aunque la exposición está montada desde un punto de vista comercial, no por eso carece de interés: Es una buena forma de poder transportarse a un escenario que, de otra manera, no hubiéramos podido ni imaginar. Además, permite ver las piezas de cerca, sin protecciones de seguridad, fotografiarlas e incluso tocarlas. La calidad de las reproducciones es excepcional, hasta el punto que se duda de que no sean originales.

La idea de crear réplicas y pasearlas por el mundo, permite ver y estudiar los artefactos a aquellas personas que al no poder ir a Egipto, nunca hubieran podido verlas al natural. Además, permite exhibir piezas que normalmente no están expuestas, e incluso crear colecciones con piezas que se encuentran en diferentes museos.
La cada vez más titlea demanda de visitas a los lugares arqueológicos, con su consecuente deterioro, está potenciando la construcción de este tipo de copias que protejan los originales y los lleven a los lugares más recónditos.

El Tyet o el nudo de isis es un amuleto simboliza la regeneración femenina; su color rojizo alude a "la sangre de Isis". Puesto que la mujer otorga la vida, su papel dentro de la magia egipcia era fundamental; siendo la principal exponente la Diosa Isis, "la señora de la magia". En ocasiones el tiet personifica también a las Diosas Nut, Hathor y Neftis , en donde el nudo constituye una especie de vestido, con la parte central y las piezas laterales formando un estilizado ceñidor. La asociación del tiet con lo femenino y del djed con lo masculino eran una forma de expresar la naturaleza dual de la vida, así como ser una representación simbólica de los Dioses Isis y Osiris, los padres del Dios Horus. El signo tyet también se utilizo como insignia de oficio para el mayordomo o "encargado" de palacio (jerepah).

El nudo de la diosa Isis , también conocido como el símbolo de Tyet, era una representación estilizada de los genitales de la diosa . Casi cada mujer llevaba este amuleto para que se conceda toda la sabiduría de Isis y su conocimiento . Este amuleto sirve como un amuleto de la fertilidad. Casí siempre se hacía de piedra roja y contenía una piedra verde. Solía colocarse sobre la garganta o el pecho.

Féretro central. Original en madera dorada con incrustaciones de pasta vítrea y piedras preciosas. Muestra al rey envuelto en un traje de plumas y caracterizado como soberano del Más Allá por medio de sus insignias y la barba divina trenzada. En este caso lleva puesto el nemes a rayas, cuyas incrustaciones se asemejan a la máscara de oro. La frente del rey está ataviada con la cabeza de la diosa buitre del titleo Egipto y la cobra del Bajo Egipto. Estas dos diosas vuelven a desplegar sus alas protectoras a la titleura de los brazos cruzados, aunque el diseño de plumas simétrico que cubre todo el féretro impide distinguirlas a simple vista.

Este féretro representa un magnifico ejemplo de marquetería: el diseño de plumas está formado por tiras de oro aplicadas en forma de celdas individuales. En estas celdas van pegadas con masilla las piezas recortadas de vidrio de diferentes colores y piedras semipreciosas. El vidrio azul imita a la turquesa, el azul oscuro al lapislázuli y el rojo a la cornalina. Actualmente se cree que este féretro estaba destinado originalmente al predecesor de Tutankhamon y fue adaptado posteriormente.

Féretro interior de oro. Original en oro con incrustación es de pasta vitrea y piedras preciosas.
El féretro interior está hecho de oro macizo y, con sus 110.4 kilos de peso, constituye el objeto más espectacular del tesoro de la tumba. También este féretro muestra al rey en forma de momia, envuelto en un atuendo de plumas con barba divina trenzada, sosteniendo cetros en los brazos cruzados y llevando un tocado real. Las diosas de las dos tierras que adornan su frente aparecen aquí como seres alados con las alas extendidas. Las incrustaciones de los ojos perfilados en oscuro, se disolvieron con los ungüentos derramados sobre el féretro.

Féretros de los hijos nonatos de Tutankhamon. Originalmente en madera revestidos de yeso dorado.
El féretro mayor está cubierto de resina negra y decorado con bandas de oro inscritas, imitando los vendajes de las momias. Su forma de momia es típica de los féretros de reyes y particulares de esta éra.
El segundo féretro también presenta un aspecto mumiforme y aunque es totalmente dorado, está decorado mostrando bandas inscritas al igual que el de su hemano.

Trono de Tutankhamón. Original en madera recubierta de láminas de oro e incrustaciones de plata, alabastro de matices rojos, vidrio y piedras preciosas.
Como muestran los nombres del rey en los puntales de la parte posterior del respaldo, el famoso trono de oro fue encargado cuando Tutankhamón se convirtió en rey a la edad de nueve años y todavía llevaba el nombre de Tutankhatón.
La escena representada en el respaldo corresponde a la religión amarniense, la cual, pese a que Tutankhamón se había apartado de ella en el transcurso de su reinado, sería proscrita totalmente más adelante. La pareja real recibe los rayos vivificantes del disco solar Atón. Los nombres que figuran en las inscripciones, sin embargo, han sido modificados y sustituidos por la nueva forma «Amón». La reina Anjesenamón aparece de pie ungiendo el hombro del rey, mientras Tutankhamón se apoya en actitud relajada sobre el respaldo. La reina lleva una corona de plumas con el disco solar, y el rey una corona triple con plumas de avestruz (corona hemhem). Sobre la mesita situada detrás de la reina hay expuesto un ancho collar de pétalos.
Los brazos del trono están formados por serpientes aladas con la doble corona, que protegen el nombre del rey.

Caja con forma de cartucho real.

Uno de los muchos juegos encontrados en la tumba. éste presenta un aspecto parecido al también representado en ésta página encontrado en la tumba de Kha, aunque, gracias al detalle de la reproducción, en éste puede verse algunas casillas con símbolos que seguramente tendrían la propiedad de representar premios o castigos del juego, al igual que nuestro actual juego de la oca.