Murota

Capilla románica de San Michele en la campiña de la isla de Córcega.

Chateau d'Ygrande.

En el centro de Francia, en el departamento de Auvernia, se encuentra el pueblo de Ygrande, cuyo castillo se ha convertido en un pequeño y encantador hotel en medio de la campiña, con unas habitaciones muy espaciosas. En el fin de semana, la cena se sirve en el jardín, amenizada por un cuarteto de cuerda compuesto por estudiantes del pueblo.

El jardín del castillo se continua con los verdes prados que contienen bucólicos paisajes.

 

El Sena atravesando París

Julia se oculta tras una de las más famosas estatuillas sumerias en el museo de Louvre.

La ciudad de las ciencias de París contiene un cine en 3 dimensiones, magníficamente mimetizado en el interior de esta inmensa bola metálica.

El trocadero visto desde la torre Eiffel.

La inmensa cantidad de hierro empleado en la construcción de la torre, crea una alteración del magnetismo terrestre, que puede apreciarse desde cualquiera de sus alturas, tanto por la sensación que aprecia nuestro sexto sentido dormido, como por aportaciones físicas sobre nuestro cuerpo.

Ascensor que remonta hasta el segundo piso de la torre Eiffel. Tiene, a su vez, dos pisos de altura y se adapta durante el ascenso a trayecto curvado que le impone la torre.

Merece la pena descender de la torre por la escalera, para sumergirse en el bosque de hierro que conforma la estructura de la torre, que resulta más espectacular, si es posible, que las vistas que se aprecian desde sus alturas.

Vista lateral de la catedral Notre Damme desde el Quai de Montebello, donde podemos encontrar los puestos de venta de libros.

os cánones de los constructores de catedrales, indicaban que debían ser construidas sobre la confluencia de ríos subterraneos. En este caso la presencia de los ríos es evidente al haber sido construida en medio de una pequeña isla. En el interior de la catedral, se puede sentir la extraordinaria fuerza que emana el edificio.

Notre Damme es la iglesia gótica más conocida y visitada de París, pero en la misma Ile de la Cité, a pocos metros de ella, se encuentra esta joya gótica conocida como la Sainte Chapelle.

El altar se encuentra rodeado de paredes cubiertas enteramente por vidrieras, que aportan al edificio una sensación de ingravidez que se puede respirar.

El museo de Orsay está formado en el interior de la antigua estación. El viejo reloj, ha quedado atrapado entre la nueva distribución de ambientes, de modo que se confunde entre las creaciones artísticas allí expuestas.