Damasco mezcla su área moderna, desangelada y siempre cubierta de polvo gris a la par de bulliciosa, con la Ciudad vieja (Patrimonio de la Humanidad desde 1979), plena de magníficas mezquitas, khans (antiguos alojamientos para mercaderes), palacios medievales, y calles laberínticos donde es fácil perderse. |
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Podemos entrar en la ciudad vieja atraveando las calles techadas que forman del tumultuoso y célebre zoco de Damasco, donde tendremos especial cuidado en evitar que nuestras pertenencias más valiosas acaben en manos desconocidad. |
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Junto al zoco se alza la puerta del templo de Jupiter, formada por columnas corintias que son los restos de un templo romano del s. III, desde donde se atraviesa un pequeño jardín arqueológico donde se encuentra el Mausoleo de Salah ad-Din (nuestro Saladino). Allí Julia tuvo que ponerse una bata prestada, a pesar de haber tenido la precaución de ir con pantalones y manga larga, pero le sirvió su propio manto de no tener que ponerse la mugrienta capucha incorporada en el vestido. |
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La Gran Mezquita de los Omeyas es uno de los edificios más emblemáticos del Islam y sólo superado en santidad por las mezquitas de la Meca y Medina. Los extranjeros "infieles" no podemos entrar por la puerta principal por donde entran los musulmanes, sino que lo debemos hacer por una puerta lateral después de haber pagado la correspondiente entrada y pasar a través de pasillos de vendedores y mendigos. |
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El interior, sobrecogedor, invita al recogimiento en un bosque de columnas y magníficas lámparas. El aterciopelado sonido de las voces de los fieles en la oración o, simplemente, en animada charla, completan un escenario de ensueño. |
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Con la llegada del Islam, se negoció con los cristianos la construcción de la gran mezquita sobre la iglesia, respetando el culto cristiano. Por ello se encuentra junto al mihrab el cenotafio de San Juan Bautista, que aparece al fondo de la imagen. |
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La entrada a la mezquita se hace por el magnífico patio solado en de mármol blanco. Y digo solado en lugar de embaldosado, porque el Sol lo pone a tal temperatura, que resulta imposible andar por él descalzos, como es la obligación. |
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Esta entrada incluye para las mujeres una bata de color marrón con capucha. Son bastante estrictos para comprobar que esté bien puesta y tape todo. Es chocante constatar que acaban las mujeres occidentales van más tapadas que las locales. |
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Su patio de 612 metros cuadrados, pavimentado en mármol y con un estaque para las abluciones en el centro, señala el punto equidistante entre Constantinopla y la Meca. |
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Entre el dédalo formado por las callejuelas de la ciudad vieja, resultan de gran interés la visita a barrios cristiano y judío. La Mezquita Sunni, con su patio cubierto por una bóveda acristalada está escrupulosamente cuidada y custodia en su interior las antiguas puertas de oro. |
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Su interior es un derroche de lujo, de luz y de color. Al igual que la Gran mezquita, llama la atención que familias enteras la utilicen para hacer sus reuniones familiares, y acudan a pasar el día mientras los niños juegan en su interior. |
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En el pueblo de Hosn, sobre un elevado promontorio, se encuentra el Castillo de Crac de los caballeros. Este magnífico castillo de la época de las Cruzadas, a diferencia de otros, se mantiene en un estado de conservación, casi igual que hace 800 años. Construido entre los años 1150 y 1250 guardaba el único lugar de paso de importancia entre Antakya en Turquía y Beirut en Líbano. |
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El castillo es grande e imponente. Dispone de un muro exterior con 13 torres y otro interior con un torreón, separados por un foso, lo que lo hacía casi inexpugnable, a excepción de un pequeño paso. |
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Desde tiempos lejanos que se pierden en la memoria, es conocido el lugar estratégico que representaba este punto y que durante más de 150 años conservaron los caballeros cruzados, "la llave de las tierras cristianas". Resistió largamente al imbatible Saladino pero finalmente cayó ante los musulmanes, convirtiendo la capilla en mezquita. Ahí está la iglesia con un mirab orientado a la Meca. |
Cuando se accede a la fortaleza, pisar sus piedras supone pisar siglos de historia casi novelesca. Aun queda una inscripción cristiana, en latín, que los árabes musulmanes prefirieron respetar, probablemente porque también se identificarían con ella: "que te sean dadas la abundancia, la sabiduría, la belleza pero huye del orgullo que destruye todo". |
Hama |
Éstas norias, algunas de las cuales llegan a los 20 metros de diámetro, fueron construidas hace siglos con la finalidad de elevar el agua del Orontes a los canales de riego de los huertos y abastecimiento de la ciudad. Las ruedas y ejes están construidas de madera y la fricción entre ellas produce un ruido semejante a un profundo gemido que impregna el aire del centro de Hama. |
Basílica de San Simeón (Qala'at Samaan), al norte de Aleppo. Esta basílica fue erigida en honor de San Simeón, también conocido como Simeón el Estilita. La leyenda dice que este santo vivió 36 años subido a una columna con el deseo de aislarse del mundo buscando la paz interior y estar más cerca del cielo. Poco después de su muerte se construyó la iglesia en la colina donde el santo había vivido subido a la columna. |
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Esta iglesia se compone de cuatro basílicas dispuestas en forma de cruz, dando lugar a una plaza octogonal cubierta por una cúpula, en cuyo centro se encuentra la columna del santo. Cuando se acabó su construcción, en el año 490, era la iglesia mayor del mundo. |
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La iglesia conservada partes en buen estado, pero la columna alrededor de la cual fue construida está muy deteriorada, quedando sólo un fragmento de un par de metros. El resto se ha perdido debido a la devoción al santo, ya que durante siglos muchos peregrinos se han ido llevando trozos de columna como recuerdo. |
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Ciudadela de Aleppo. |
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Aleppo visto desde lo alto de la fortaleza. |
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